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Jens Stoltenberg instó a los países del grupo a no permitir que los desacuerdos por la retirada de Afganistán dividan a la alianza (Foto: REUTERS/Yves Herman)Jens Stoltenberg instó a los países del grupo a no permitir que los desacuerdos por la retirada de Afganistán dividan a la alianza (Foto: REUTERS/Yves Herman)

El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, instó a los países del grupo a no permitir que los desacuerdos por la retirada de Afganistán dividan a la alianza, antes de una reunión en que los ministros de defensa buscan hacer un balance.

El colapso del gobierno en Kabul y el regreso al poder de los talibanes después de 20 años de participación militar occidental provocó críticas de diversos aliados sobre la forma en que Estados Unidos tomó su decisión de retirarse durante el gobierno de Donald Trump.

Casi inmediatamente, la OTAN se vio sacudida por una disputa entre Francia y Estados Unidos por el nuevo pacto de defensa AUKUS, que Washington firmó con Australia y el Reino Unido, en un paso que tomó por sorpresa a los aliados militares europeos.

Los desacuerdos o diferencias de opiniones sobre AUKUS dentro de la alianza o sobre Afganistán “no cambian la necesidad fundamental” de que los países permanezcan unidos, dijo Stoltenberg a periodistas.Los desacuerdos o diferencias de opiniones sobre AUKUS dentro de la alianza son grandes (Foto: EFE)
Los desacuerdos o diferencias de opiniones sobre AUKUS dentro de la alianza son grandes (Foto: EFE)

“Nos enfrentamos a un mundo más competitivo, nos enfrentamos a más rivalidad de estado a estado, y por lo tanto es aún más importante que estemos juntos”, señaló.

Los ministros de Defensa mantendrán en Bruselas una reunión de dos días, a partir del jueves. Serán las primeras conversaciones cara a cara desde la caótica retirada de Afganistán.

Hablaremos sobre el papel de la OTAN después de Afganistán y algunas de las lecciones aprendidas” en ese país, dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, antes de la reunión.

Stoltenberg insistió en que era demasiado prematuro para sacar conclusiones finales sobre el colapso en Afganistán.

“Pero no debemos sacar una conclusión equivocada de Afganistán y pensar que los aliados de la OTAN y la OTAN misma nunca deben volver a participar en operaciones militares para luchar contra el extremismo o el terrorismo”, dijo.Los talibanes en Moscú (Foto: REUTERS/Maria Tsvetkova)Los talibanes en Moscú (Foto: REUTERS/Maria Tsvetkova)

Por su parte, Rusia, China e Irán pidieron este miércoles trabajar con el nuevo gobierno de los talibanes en Afganistán para garantizar la “estabilidad” de la región.

Las delegaciones de los tres países y de otras diez naciones asiáticas se reunieron en Moscú para negociar con los talibanes y les pidieron que apliquen “políticas moderadas”, tanto en el interior como en el exterior, según una declaración conjunta publicada tras la reunión.

El gobierno ruso instó a los talibanes a cumplir con sus compromisos con la comunidad internacional, pero señaló que los riesgos “terroristas” procedentes de ese país amenazan a toda la región, una zona de influencia rusa.

En las negociaciones también participan una decena de países como Irán, Pakistán y los países de Asia central.

El emisario del Kremlin para Afganistán, Zamir Kabulov, pidió a los talibanes que se atengan a sus compromisos en materia de respeto de los derechos humanos y de pluralismo político, de cara a un eventual reconocimiento de la comunidad internacional.

A la delegación afgana se le informó que el reconocimiento “solo llegará si empiezan a responder a la mayoría de las expectativas de la comunidad internacional en materia de derechos humanos y representatividad” del régimen, dijo Zamir Kabulov ante la prensa.

En el inicio de las discusiones en Moscú, el jefe de la delegación talibán, el vice primer ministro Abdul Salam Hanafi, dijo que su gobierno “ya era representativo”.

En otro comunicado, Hanafi instó a la comunidad internacional a reconocer el poder de los talibanes y alegó que “el aislamiento de Afganistán ya no interesa a ninguna de las partes”.

Al comienzo de los diálogos, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, destacó que “numerosos grupos terroristas, en primer lugar el Estado Islámico y Al Qaeda, buscan aprovecharse” de la inestabilidad del país.

“Existe un riesgo real de que las actividades terroristas y el tráfico de droga se desborden hacia los territorios de países vecinos”, agregó.

Las ex repúblicas soviéticas (Tayiistán, Uzbekistán, Kirguistán y Turkmenistán) son estrechas aliadas de Moscú.

Fuente: Infobae